Los gobiernos moderados fomentaron un modelo de Estado que exigía orden público y centralización. Para ello se creó en 1844 el cuerpo de la Guardia Civil.
Bajo el mando inicial del Duque de Ahumada, hombre de confianza de Narváez, la acción de la “Benemérita” llegará a todos los rincones del país.
Su actuación se asoció al conservadurismo y a la defensa de los intereses de los grupos sociales más acomodados, pero supo ganarse la supervivencia en los períodos progresistas gracias a la eficacia en la protección de la propiedad privada y en el mantenimiento del orden público. |