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MONOGRÁFICO: Wikis y Blogs en la Educación - El mal diseño de las bitácoras PDF Imprimir Correo-e
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Escrito por Pedro José Salazar, Javier Martínez Avedillo, Andrés García Manzano, Francisco José García Heras, Alejandro Valero   
Mércores, 04 Outubro 2006 21:06
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El mal diseño de las bitácoras
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El mal diseño de las bitácoras

El fenómeno de las bitácoras o weblogs se está imponiendo en internet de una forma imparable. Más que a una moda, la irrupción de las bitácoras se debe a una necesidad que hasta ahora estaba insatisfecha: la de expresar libremente las opiniones, los deseos, las experiencias, los conocimientos y la información por parte de los usuarios de internet mediante una herramienta fácil de usar que permite la creación de un lugar en el ciberespacio donde el usuario es dueño y señor de su creatividad. Esto ha provocado una fascinación a nivel mundial que por ahora ha impedido la crítica negativa de este instrumento de comunicación. Pero cuando el asombro colectivo se mitigue, tendrá que llegar el momento en que las alabanzas den paso a una reflexión sosegada sobre este fenómeno, y quizá entonces se puedan analizar con frialdad todos los aspectos de las bitácoras. Yo adelanto ahora una crítica a su diseño.

El diseño de páginas web ha recorrido un largo camino desde el inicio de internet. Muchas han sido las personas, las empresas y las instituciones que se han preocupado por ir normalizando poco a poco los lenguajes y las herramientas utilizadas para diseñar las páginas web, lo que ha permitido crear una base técnica más o menos sólida para que los diseñadores puedan trabajar con cierta seguridad. Y ha sido en el ámbito del diseño donde se han conseguido avances importantes, porque se han ido estableciendo una normas básicas para que las páginas web sean sencillas y útiles para el usuario a la vez que accesibles incluso para personas con impedimentos físicos. El diseño no se preocupa de que una página sea bonita, sino útil, y de que cumpla los objetivos que se propone su creador de la forma más adecuada, y a esto nos estamos refiriendo.

Sin embargo, la eclosión de sistemas de gestión de contenidos tales como las bitácoras ha sucedido de una forma tan precipitada, que sus autores no han dedicado el tiempo necesario para revisar sus creaciones en el plano del diseño, preocupados como están por cuidar el lado técnico de la programación de estos artefactos. Más que diseñadores, estos autores son programadores, y eso se nota, porque las bitácoras a estas alturas están llenas de opciones bastante sofisticadas, que permiten hacer miles de cosas, algunas de ellas superfluas, a la vez que carecen de un diseño que esté a la altura de aquellos oropeles. Si a esto unimos el descuido de muchos usuarios de bitácoras, tenemos un panorama lleno de fuegos fatuos que de momento están dando el pego, como se dice coloquialmente.

¿Y en qué se fundamenta mi crítica al diseño de muchas bitácoras? En el sentido común, sencillamente. No hay que ser diseñador para darse cuenta de los muchos fallos que aquejan a los gestores de contenidos en general, y aquí voy a referirme a los más llamativos y evidentes. Hay que decir, de todas formas, que gran parte de los usuarios de bitácoras son noveles en el mundo de internet y no tienen las destrezas suficientes para corregir estas carencias. Además, estas herramientas no permiten modificar con facilidad los diseños establecidos, que suelen ser muy atractivos a costa de su utilidad. Pero vayamos al grano y veamos algunos de los defectos que he creído encontrar en el diseño de las bitácoras, junto a algunas soluciones que creo pueden ser útiles.

Algunos problemas llamativos y sus soluciones

Módulos cargados de enlaces

Lo más llamativo de todo es que los autores del contenido de muchas bitácoras llenan sus páginas de módulos que van cargados de un sinfín de enlaces. Cuando son páginas a tres columnas, las laterales se hacen interminables, sobrepasando en muchos casos el texto del contenido principal que se incluye en la columna central. Lo peor de todo es que cuando el usuario quiere encontrar algo, se ve obligado a buscar pacientemente en las columnas, pues tampoco existe un orden según la importancia de los módulos; así, si se buscan las categorías de la bitácora o el calendario donde aparecen los días que incluyen contenidos (lo que se supone que es prioritario), en muchos casos tendrá que bucear hasta profundidades abismales. Además, esas columnas laterales suelen ir cargadas, como hemos dicho, de innumerables enlaces que en muchos casos no nos interesan. La solución sería incluir esos enlaces en un documento aparte que apareciera en la columna central cuando el usuario quisiera.

Agrupamiento de artículos completos en la portada

En otras ocasiones es la columna central la que parece interminable. Muchos blogueros (los autores del contenido de los blogs o bitácoras) agrupan el contenido completo de sus artículos o anotaciones en la portada del blog sin tener en cuenta su longitud, y así se forman largas colas que me recuerdan los atascos de los coches. Si, además, los artículos están llenos de imágenes, aquello parece los atascos de Semana Santa.

Este problema se puede solucionar publicando en la portada la introducción de los artículos, dejando el texto completo para el enlace permanente, donde sólo aparece un artículo completo. De todas formas, las cosas se complican cuando la bitácora archiva los contenidos mensualmente, pues hay blogueros inquietos que escriben muchos artículos en un mes, y por tanto la columna central se llena antes de ser sustituida por los contenidos del mes siguiente

Conexiones lentas y rápidas

Estos defectos son tan evidentes que resulta desesperante comprobar que unas normas de diseño tan elementales son vulneradas todos los días por gran cantidad de bitácoras. Está claro que muchos de estos blogueros tienen una conexión rápida de internet para un ordenador que no está en red, y no tardan mucho tiempo en ver sus páginas completas, pero tienen que pensar que son muchas todavía las conexiones lentas, y que, en todo caso, nunca se puede atiborrar las páginas con artículos e imágenes, porque eso produce una impresión sofocante en el usuario, que se enfrenta a una página interminable y sobrecargada.

Las distintas resoluciones

Otro defecto muy extendido entre los blogs es que muchos de ellos no están diseñados pensando en las distintas resoluciones de los monitores que tienen los usuarios, sino que están construidos con medidas absolutas, generalmente para ajustarse a los monitores de 800x600 píxeles de resolución. Esto hace que los usuarios que utilicen monitores de mayor resolución, que ahora son la mayoría, vean todos los elementos de la página más pequeños. Pero es que, además, el tamaño de los tipos de letra está dado también en medidas absolutas, en puntos generalmente, y a mayor resolución del monitor, menor tamaño de la letra, así que a veces nos encontramos con textos que no se pueden leer por diminutos.

Hace tiempo que estos problemas tienen una solución adecuada con el llamado diseño fluido (liquid design), que consiste en utilizar medidas relativas (generalmente porcentajes) para el diseño y el tamaño de los tipos de letra. De todas formas, se puede mantener el diseño para 800x600 siempre que se tengan en cuenta las medidas expuestas. Hay un motivo que explica la abundancia de estos diseños fijos: la utilización de imágenes para embellecer y hacer más atractivas las bitácoras, pues las imágenes tienen un tamaño fijo. Este problema tiene dos soluciones: intentar que el diseño no se descomponga con la utilización de imágenes en distintas resoluciones, lo que se puede lograr con un poco de esfuerzo, o simplemente no utilizar imágenes para el diseño, al menos imágenes grandes que no sean significativas.

Falta de referencias de navegación

Por último, tengo que decir que algunas veces me he puesto en el lugar de un novato en internet (nadie deja de serlo nunca, de algún modo) y me he imaginado entrando en una bitácora y leyendo lo primero que me encuentro, es decir, la página principal. La he leído hasta el final, armándome de valor, y una vez llegado allí, no he sabido qué hacer para seguir leyendo. ¿Dónde están las demás páginas que contienen los otros cientos de artículos? Allí no hay, como es de esperar, el enlace que me lleva a la siguiente página. Entonces busco entre los numerosos enlaces que hay a los lados, subiendo y bajando las interminables columnas, hasta que al final encuentro algo que dice: "Archivos", y, después de mucho pensar, me doy cuenta de que allí están almacenados por meses los artículos anteriores, pero dentro de cada mes hay siete u ocho entradas, y me pregunto: ¿Por qué no almacenará los artículos de más en más, por ejemplo cada tres meses y medio, o es que un mes es una medida adecuada de por sí para cerrar ciclos de ideas? De todas formas, después encuentro el módulo de las categorías y me digo: "Esto está mejor", pero enseguida me doy cuenta de que hay treinta y siete categorías, y abandono la página para irme a descansar a la cama.

La solución a este problema reside simplemente en incluir un índice en un documento aparte que se encuentre muy visible y al alcance del visitante, y que incluya las principales categorías y secciones del blog con sus correpondientes enlaces a los documentos.

Diseño para el placer de la lectura

Palabras

Uno de los objetivos del buen diseño es contribuir a que el contenido sea más legible al estar bien presentado y ordenado. El diseño, además, ayuda a dar personalidad al contenido, aspecto muy importante con relación a las bitácoras, pues una de las características de este nuevo medio de comunicación es la impronta que deja el autor o la autora en sus escritos. Si esto no va acompañado de un diseño preciso, todo el blog se resiente.

Es verdad que un buen poema o un buen artículo, por poner dos ejemplos, se tienen que defender por sí mismos, y su calidad no depende del soporte en que se publiquen. Hasta cierto punto, claro. Si ese poema lo leemos en un libro bien diseñado, la experiencia puede ser intensa, pero si lo leemos en la columna de un periódico, posiblemente nuestra experiencia de la lectura del poema, no su calidad, sea mediocre. Y lo que interesa a todos, autor, lector y editor, es que la experiencia se corresponda con la calidad del texto. ¡Cuántas veces hemos leído algo que no ha conseguido interesarnos y después lo hemos vuelto a leer en otro contexto y nos ha llegado al alma! ¿Por qué será eso?, nos habremos preguntado más de una vez. Posiblemente tenga que ver con el diseño, aunque no nos hayamos dado cuenta de ello.

Propongo un ejercicio sencillo que podría hacer cualquiera que dominara mínimamente los lenguajes utilizados para el diseño del contenido de una bitácora, principalmente las hojas de estilo (CSS) y el código HTML. El ejercicio consiste en realizar los siguientes cambios:

  • Elegid tipos de letras que sean claros y legibles, con preferencia por los tipos sans serif, es decir, los que no tienen rabitos en sus terminaciones, pues se leen mejor en una pantalla de ordenador, a diferencia de los que tienen rabitos, que son más apropiados para el papel.
  • Aumentad el tamaño del cuerpo de esos tipos de letras. Aumentadlo bastante, pues hay personas con problemas visuales que os lo agradecerán. Además, con este aumento, cabrán menos palabras en cada línea de texto, lo que hará más sencilla la lectura. Por si fuera poco, las palabras tendrán más vistosidad, y así podremos apreciar las formas tan bonitas que tienen, contribuyendo de esta forma a que la experiencia lectora sea también estética.
  • No deis una longitud excesiva a las líneas de texto, de forma que no sean muy amplios los saltos que tengan que dar los ojos desde el final de una línea hasta el principio de la siguiente. Y la longitud tampoco tiene que ser muy corta, pues no es bueno que los ojos anden dando trompicones.
  • Separad bastante más la distancia entre las líneas, porque el interlineado amplio ayuda a la buena lectura y da a las palabras mayor espacio en blanco para la expansión de sus bellas formas y de sus profundos significados.
  • Agrupad las ideas en párrafos con cierta frecuencia, pues los fragmentos de texto grandes y abultados son como elefantes en una cristalería. Y además, si procuráis que los párrafos tengan una cierta consistencia visual a lo largo del artículo, mejor que mejor; me refiero a que no es bueno que haya párrafos muy cortos junto a párrafos muy extensos.
  • Dividid también las ideas en listas, pues con ello facilitáis la comprensión del texto al ordenarlo en pequeñas cuentas de un rosario visual que agradece la vista. Las listas generalmente serán de viñetas, y dejaremos las numeradas para cuando la numeración sea significativa.
  • Dejad respirar a las palabras quitándoles de en medio las imágenes que irrumpen en los párrafos y acortan las líneas de forma brusca. No es bueno que un párrafo sea deformado con la inclusión de grandes imágenes a los lados que interrumpan el suave oleaje de las líneas. A veces, sin embargo, una imagen pequeña o un icono pueden alegrar la vista, como cuando un delfín surge de las aguas.
  • Procurad que los márgenes del texto sean amplios, pues también las palabras tienen derecho a relajarse y no sentirse oprimidas por la falta de espacio.
  • Combinad pocos colores de modo que la vista se relaje y no impidan la lectura tranquila. Es mejor un color de texto oscuro con un fondo claro, pero lo contrario puede ser adecuado si se sabe combinar los colores para que el contraste no moleste.
  • Y quitad de la página toda imagen o texto superfluo que desvíe la atención o la vista de aquello que queremos que sea una experiencia única para el lector.

Si realizáis este ejercicio, os daréis cuenta de que los textos han ganado no sólo en estética sino también en legibilidad, en consistencia y en claridad, lo que contribuye a que la experiencia de la lectura sea un placer. Si, por el contrario, estos cambios no han modificado mucho vuestra bitácora, entonces, enhorabuena, porque tenéis un blog bien diseñado y los lectores os lo agradecen.

Enlaces de interés

Hay que decir que no existe ningún estudio exhaustivo y amplio sobre el mal diseño de las bitácoras, pero estos dos enlaces resultan muy interesantes:

 



 

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