Documento base
1.3
Formación del
profesorado
Es sin duda la parte más difícil del proceso. La actividad docente es
una actividad muy compleja, las relaciones que se establecen entre los
alumnos, el profesor y los contenidos curriculares, son muy inestables,
cualquier elemento extraño puede perturbar la marcha normal de la
clase, una simple mosca puede dar al traste con una ingeniosa
metodología, unos atractivos contenidos o unos objetivos magníficos. El
profesor tiene como principal misión mantener ese equilibrio
compensando el platillo adecuado de una balanza múltiple y
n-dimensional.
El ordenador como herramienta didáctica habitual puede parecer, a
primera vista, simplemente un medio más, que sirve para comunicar, de
forma más vistosa, lo mismo y de la misma forma que siempre. Pero
aunque inicialmente se use de esa manera se comprueba que no es así,
que tiene mayores repercusiones tanto en las metodologías como en los
contenidos. Pero la introducción debe hacerse de forma gradual y
progresiva, tanto para que el profesor controle en cada momento lo que
sucede en su clase como para que los alumnos descubran y se adapten a
una nueva forma de enfrentarse al aprendizaje.
Para utilizar el ordenador con los alumnos como herramienta didáctica
no basta con querer hacerlo, con tener buena voluntad, se necesita una
preparación que evite los obstáculos, minimice las dificultades y ayude
a resolver los problemas que necesariamente van a surgir. Muchos
profesores que han llevado a sus alumnos con su mejor voluntad a usar
los ordenadores, se han vacunado por una temporada al comprobar que
nada
salió como tenían previsto.
Esta preparación, en contra de lo que se suele creerse, no es un
proceso intuitivo, para muchos profesores puede ser demasiado difícil,
porque si fuera un simple cambio de tecnología, en lugar de la pizarra
tradicional, se usa una electrónica, bastaría aprender a usar el
ordenador; pero la interactividad que ofrece el ordenador fomenta
sistemas de aprendizaje inusuales en las clases tradicionales, pero muy
efectivos, y como consecuencia se produce un cambio de papel que juega
el profesor y por último, a más largo plazo, se convertirá en una
modificación sustancial del currículo escolar en todas las materias.
Consideramos que este aprendizaje para la utilización del ordenador
como herramienta didáctica es, al menos tan importante, como el
aprendizaje del uso del propio ordenador o sobre contenidos
curriculares disponibles. Y un complemento a esta formación es la
difusión y contraste de experiencias validadas de buena práctica
educativa, que permiten a los profesores conocer el resultado de la
aplicación de una metodología determinada en entornos concretos de
aprendizaje.
1.4
Modificación del
currículo
El cambio metodológico propuesto debe integrarse en el currículo y ser
contemplado en los objetivos, los contenidos y los métodos de
evaluación. El sistema actual de evaluación es demasiado rígido,
alrededor de unos contenidos que no están suficientemente adaptados a
los conocimientos que exige la sociedad actual. Esto se aprecia
especialmente cuando se utilizan medios tecnológicos en cursos que
tienen al final un examen externo, como el de Segundo de Bachillerato,
con la Selectividad. Los alumnos a los que se propone un cambio en los
métodos, basado en la tecnología y luego se le evalúa conforme al
currículo convencional, se sienten defraudados.