Los rayos X
fueron
descubiertos
forma
accidental
por Röntgen
en 1895.
Röntgen
observó una
extraña
fluorescencia
en una
pantalla
cercana a un
tubo de rayos
catódicos.
Sin conexión
aparente con
la pantalla,
esta se
había vuelto
fluorescente.
Para
comprobarlo,
envolvió el
tubo de
rayos
catódicos
con gruesos
y opacos
materiales.
Al poner la
mano entre
el tubo y la
pantalla,
vio en la
pantalla, la
imagen de
los huesos
de su mano. Röntgen los
llamó "rayos
X" porque no
sabía que
eran, ni
cómo eran
provocados.
Los rayos X,
se utilizan
para obtener
o sacar
imágenes
internas de
los tejidos,
huesos y
órganos de
nuestro
cuerpo.
Mediante
este
proceso, un
especialista
determina si
los huesos
de un
paciente
están
intactos o
rotos
después de
un
accidente.
De la misma
manera, se
pueden
detectar
lesiones
internas en
los órganos
o tumores
cancerígenos. |

Fuente
imágenes: Wikipedia |
Los rayos X son una
radiación ionizante porque interactúan con la materia. La
exposición
a cantidades altas de rayos X puede producir efectos tales como
quemaduras en la piel, caída del cabello, malformaciones en el feto,
cáncer...y la muerte. Para protegernos de la radiación, debemos
alejarnos lo más posible de la fuente de radiación, puesto que su
intensidad disminuye con la distancia, poner
pantallas protectoras entre la
fuente radiactiva y las personas y disminuir la duración de la
exposición a las radiaciones.
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