El profesor Lurelio reflexiona hoy sobre el papel que como miembro del Equipo de Coordinación de Buenas Prácticas le corresponde.
Sabe muy bien el trabajo que conlleva promover, seleccionar y difundir las experiencias que tan denodadamente llevan a cabo muchos docentes, con todos los elementos en contra las más de las veces.Pero eso no le frena en su afán por mostrar ejemplos de Buenas PrácTICas allá donde los haya, y decidido, bucea y difunde en las más diversas categorías.
Desde la prestigiosa sección que lleva el nombre del portal, Buenas PrácTICas, hasta la más genérica de Difusión, pasando por las específicas de Formación profesional o Educación de adultos.
Consciente de su importante papel, hace de mediador entre esos profesores que quieren mostrar su trabajo y aquellos que quieren conocerlo.
La mayoría de las veces, el tiempo se le va entre correo y correo; presentándose; dando instrucciones; pidiendo materiales; apremiando al personal que, aunque sea difícil de creer, a veces no tiene prisa; atendiendo al señor coordinador cuando llegan los finales de mes (que sí, que aquí también son difíciles), y cerrando el mismo con la satisfacción del trabajo dignamente cumplido.
Sólo que enseguida cae en la cuenta de que...empieza otro mes, los profesores siguen innovando, los correos se amontonan, la joomla a veces está patas arriba y no puede colgar el artículo...¡en fin, la vida misma, qué les voy a contar!
Esa vida para la que, como muy bien sabe nuestro profesor, siempre hay que estar preparado; tanto sea para colgar un buen jamón como un esperado artículo de Buenas PrácTICas.