Hay ocasiones en las que conocer
si un cuerpo está quieto o en movimiento no es una tarea sencilla.
Cuando vamos en una bicicleta vemos claramente que nosotros nos movemos
respecto a la carretera.
Si vamos sentados en un coche nuestra sensación de movimiento ya no
está tan
clara.
Si estamos en un tren, un vehículo realmente grande, tenemos la ilusión
de que es el paisaje el que se mueve, no nosotros.
Nuestro
planeta es enorme comparado con un tren, por eso, aunque toda la Tierra
se mueva,
a nosotros nos parece que permanece quieta, y que es el cielo a su
alrededor
el que se mueve.
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