Observando y midiendo, desde un S.R. que
se mueve con un autobús que está acelerando, las posiciones
de un cuerpo que cae dentro, deducimos que se encuentra sometido a dos
fuerzas: la de su peso y la Fi (fuerza
de inercia).
Un observador en reposo (gracias a que se agarra al notar una Fi
que lo impulsa hacia atrás) ve que el cuerpo que cae
describe una trayectoria recta, oblicua hacia atrás, cuya pendiente
es tan (a) = g /a.
No es una trayectoria parabólica. (Ver composición
de movimientos).
Un observador situado fuera del autobús, ve que el cuerpo cae
verticalmente lo que le parece totalmente lógico dado que para
él sólo actúa la fuerza de la gravedad sobre el
cuerpo y es el bus el que acelera.
Los dos enfoques son compatibles y explican perfectamente
la trayectoria del cuerpo, pero si se estudia desde un S.R. inercial
no debe mencionarse la Fi ni debe representarse.
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