El movimiento que hemos descrito hasta ahora es una situación ideal, en la que no hay ningún tipo de rozamiento. Si consideramos los rozamientos que inevitablemente existen, el movimiento del niño sería similar, pero parte de los 1800 J de la energía inicial se pierden por efecto del rozamiento. La consecuencia es que el niño alcanza el punto B con algo menos de energía cinética que antes y, por tanto, con menos velocidad. Esta pérdida de energía a lo largo del recorrido también se traducirá en una menor altura final.
Finalmente, consideraremos ahora una situación absolutamente irreal. ¿Qué pasaría si el ejercicio se realizara en la Luna?. Sabemos que la aceleración de la gravedad en la Luna es menor que en la Tierra. Por lo tanto los valores de energía potencial serán menores que en la Tierra. Todos los cálculos que hemos planteado en el apartado anterior se podrían reproducir simplemente cambiando los valores de la gravedad.
Aquí la energía mecánica sigue siendo constante, por lo que la energía cinética en el punto B será también menor (en la misma medida que lo es la energía potencial). El que la energía cinética sea menor significa que el movimiento será más lento que en la Tierra
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