Rodrigo Díaz de Vivar, llamado El Cid Campeador (Vivar, Burgos, 1043 - Valencia, 1099), fue un caballero castellano, hijo de Diego Laínez. Como quedó huérfano a corta edad, fue educado junto al infante Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla y León, quien, al acceder al trono castellano, lo nombró alférez real (1065).

Hacia 1066 el prestigio de Rodrigo Díaz se vio incrementado por su victoria en el combate que mantuvo con el caballero navarro Jimeno Garcés, para dirimir el dominio de unos castillos fronterizos que se disputaban los monarcas de Castilla y Navarra. El triunfo le valió el sobrenombre de Campeador.

Como jefe de las tropas reales, Rodrigo participó en la guerra que enfrentó a Sancho II de Castilla con su hermano Alfonso VI de León, quien, derrotado, se vio obligado a buscar refugio en la corte musulmana de Toledo.

El destino, sin embargo, quiso que Sancho II muriera en 1072, cuando intentaba tomar Zamora, con lo que Alfonso VI se convirtió en rey de Castilla y León.
El nuevo monarca lo honró concediéndole la mano de su sobrina, doña Jimena, con quien se casó en julio de 1074. No obstante, unos años después, en 1081, una inoportuna expedición a tierras toledanas sin el permiso real  provocó su destierro de Castilla y la confiscación de todas sus posesiones.

Acompañado de su mesnada, el Campeador ofreció sus servicios primero a los condes de Barcelona, pero, al ser rechazado, decidió ayudar a al-Muqtadir, rey de Zaragoza, en la lucha que mantenía con su hermano al-Mundir, rey de Lérida, Tortosa y Denia.
Al servicio de al-Muqtadir, venció a los condes de Barcelona (1082) y a al-Mundir (1084). Durante este período fue cuando recibió el sobrenombre de Cid, derivado del vocablo árabe sid, que significa señor.

En 1086, la derrota de Alfonso VI frente a los almorávides en Sagrajas propició la reconciliación del monarca con Rodrigo Díaz, quien recibió importantes dominios en Castilla. De acuerdo con el soberano castellanoleonés, el Cid partió hacia Levante, donde, entre 1087 y 1089, impidió que la ciudad de Valencia  cayera en manos de al-Mundir y de los condes de Barcelona.

En 1089, sin embargo, fue acusado de traición por el Alfonso VI, lo que provocó su definitivo destierro de Castilla. Rodrigo decidió regresar al este peninsular,donde el 15 de junio de 1094, conquistó Valencia. Allí Murió el 10 de julio de 1099.